Certificado energético, qué es y cómo obtenerlo
Desde el Real Decreto 235/2013 se estableció la obligatoriedad para los propietarios de tener un certificado energético antes de vender o alquilar sus casas. También deben de proporcionar un certificado de rendimiento energético a los respectivos compradores o inquilinos de la venta o arrendamiento.
Es un documento para acreditar la eficiencia energética de la propiedad, como ocurre en los electrodomésticos. Las clasificaciones varían desde la letra «A» que sería lo más eficiente a la letras «G» que es ineficiente e indica al futuro comprador o inquilino cuánto le costará calentar e iluminar su propiedad, y cuánto CO2 emite la misma.
¿Qué información nos da acerca de una vivienda?
El certificado energético nos ayuda a conocer:
– Comprobaciones e inspecciones del técnico al otorgar dicha certificación y las características energéticas del edificio: asilamiento térmico, instalaciones, confort térmico, calidad del aire interior, iluminación, etc.
– Calificación energética de la «A» a la letra «G» y recomendaciones para posibles mejoras.
Para solicitar un certificado primero debe de realizarse una Auditoría Energética para obtener la información necesaria para generarlo. Durante la revisión, el técnico recoge información de las características del edificio, tales como: orientación, aberturas de puertas y ventanas, etc. El certificado debe registrarse para ser validado por la Administración Autónoma local
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