Aislamiento Térmico para Comunidades de Vecinos
El aislamiento térmico es una excelente opción para mejorar la calidad de vida y el valor de las viviendas. Si vives en un edificio antiguo, es posible que tengas problemas de aislamiento y estés perdiendo dinero debido a las deficiencias energéticas. Por lo tanto, es importante que te pongas de acuerdo con tus vecinos y consideres un servicio de aislamiento insuflado para comunidades de vecinos como el que ofrecemos en ESEMUR. Esta técnica efectiva, económica y rápida ofrece resultados desde el primer día de su aplicación.
Aislamiento Térmico para Comunidades
El aislamiento térmico para comunidades de vecinos tiene como objetivo aislar el edificio entero, minimizando los problemas que puedan existir en él. Es cierto que las plantas más afectadas son la primera y la de mayor altura, pero en realidad todas las viviendas se beneficiarán de las ventajas de un buen aislamiento.
Este tipo de procedimiento otorga muchas ventajas en las comunidades de vecinos. Por eso, su uso está sumamente extendido desde hace décadas. Entre las ventajas se encuentran una mejor calidad de vida, un mayor confort acústico y térmico, una calidad del aire de mayor calidad y más saludable, una revalorización de las casas y menores costes, ya que no requiere la realización de obras.
Procedimiento Aislamiento Insuflado
El proceso de aislamiento insuflado consta de varios pasos: primero, se realiza un análisis endoscópico para localizar y confirmar que existe una cámara de aire; segundo, se definen las áreas de la vivienda donde se realizará el procedimiento y la cantidad de material que se necesitará para cubrir todo el lugar; tercero, se realizan una serie de agujeros en el área distanciados alrededor de 2 metros; cuarto, se procede con el insuflado valiéndose de los agujeros realizados anteriormente; y, por último, se aplica yeso para tapar los agujeros.
Los materiales más comunes para este procedimiento son la lana mineral, la lana de roca, la celulosa, el corcho natural y la fibra de madera. Estos materiales deben ser permeables para que el vapor de agua pueda fluir desde dentro de la vivienda, a granel y en fibra.